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TEATRO UNAM 2014
No queda nada que decir
5 obras cortas de Samuel Becket
Dirección: David Jiménez, Mariana Gándara, Juan Carrillo, Mónica Jasso y Damián Cervantes.
Con: Nailea Norvind, Sergio Ramos Ruiz, Georgina Tábora, Harif Ovalle, Erandi Solis y Sofía Isolda.
Coordinación de dirección y escenografía: Martín Acosta. Iluminación: Félix Arroyo. Vestuario: Ricardo Loyola. Musicalización: JoaquínLópez Chas. Asistente general: Ximena Sánchez De la Cruz. Producción: Sergio Écatl. Asistente de producción: Laura Loredo.
No es de sorprender el título negativo que precede a esta selección de cinco de las obras cortas de Samuel Beckett: No queda nada que decir.
Es el resultado de la votación a la que llegaron estos cinco directores que rondan los treinta años y a los que se les retó a realizar una exploración del teatro tardío del del autor irlandés que cuando supo que le había sido otorgado el Premio Nobel de Literatura dijo a su mujer: Qué catástrofe.
Decimos teatro tardío en el sentido de que en Beckett todo es después de Esperando a Godot (aunque Harold Bloom afirma que Fin de partida es su obra más perfecta y, en todo caso, ésta también es una obra temprana); y de Murphy su narrativa más hermosa y más "beckettiana". En realidad son obras que abarcan un largo periodo de tiempo: la más antigua data de 1963 y la más joven de 1981.
Explorar el teatro de Beckett es como rezar una oración que no tiene un Dios por destinatario. Gran paradoja: porque estamos convencidos de que el teatro requiere de la fe para tener sentido y existencia. Oscuro y pacífico parece convocar la negación para develar este lenguaje que -todavía hoy- sigue siendo nuevo y audaz.
Martín Acosta
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